El color predominante en nuestra colección de piedras puede indicarnos qué mal nos aqueja o aquellas carencias que sufrimos, así como también mostrarnos si somos más terrenales que espirituales y a la inversa. Hasta el momento parece que me estoy centrando más en aquellas gemas que nos "elevan" y potencian nuestras habilidades psíquicas y nuestra evolución espiritual, porque quizás me encuentro más arraigada a la tierra y busco ponerme en órbita. No es malo, como tampoco lo es que existan personas que se pasan el día en contacto con otras dimensiones y se olvidan de aterrizar o les cuesta; lo importante es ser conscientes de nuestros puntos fuertes, para sacarles el mayor partido, y de los débiles, para trabajar sobre ellos y lograr el ansiado equilibrio.
Así que para las personas con tendencia a estar en las nubes, alicaídas o exhaustas, no puedo pasar por alto las bondades de la piedra sol. Este mineral contiene las tonalidades de un atardecer y los destellos dorados del sol. Se trata de una gema rojiza, anaranjada, blanquecina y moteada que nos infunde fuerzas para superar la tristeza o la apatía que sentimos muchos durante la estación invernal; que rememora la perfección otoñal, pues cada ciclo estacional conlleva su encanto y simboliza los ciclos vitales de todo en la Naturaleza y el Universo, y que siempre nos llena de alegría y positividad, como en la estación estival. Muchos de los seres vivos -los más afortunados- hibernan; otros emigramos buscando climas más cálidos y otros sobrellevan el frío, aceptando que es algo que forma parte de la vida. Otros, sin embargo, tienen la capacidad de disfrutar de las largas noches y el recogimiento al que invita el invierno. Las mujeres somos tan cíclicas como la luna y las estaciones. Os invito a vosotras, compañeras, a que os sincronicéis con la luna y la Naturaleza. Así comprenderéis mejor vuestros estados de ánimo durante nuestros ciclos y aprovechad las distintas energías que nos rigen según nuestra menstruación, para adaptarnos a ellas y sacar el mayor provecho en cada una de nuestras "estaciones". Para ello os recomiendo visitar o contactar con mi maestra y amiga, Esther, a través de su perfil en Facebook: Omdara Tàrrega.
Pero volvamos al terreno de las piedras y volvamos a la alegre piedra sol, pero antes quiero advertir acerca de este mineral, como siempre que escribo acerca de una piedra sensible de ser confundida.... Aunque la auténtica piedra sol no es cara ni díficil de encontrar, mucha gente se no la distingue a causa de aquellos que solo buscan lucrarse a costa de el desconocimiento y las creencias de muchas personas. Para ello, cogen una pieza de aventurina y la tratan químicamente con el fin de darle un aspecto más brillante. La aventurina no deja de ser una piedra, con sus características y propiedades auxiliadoras, pero al ser alteradas por el humano, pueden llevarnos a utilizar este mineral modificado con la esperanza de tratar unos síntomas que no proporciona la piedra falsificada. En la imagen podéis ver lo que muchos creen o venden como piedra sol, aunque no lo sea.
En contraposición, la auténtica:
Aclarado este punto, veamos sus propiedades:
- Es una piedra excelente para ánimos decaídos ya que nos aporta luz, alegría de vivir y buen humor.
-Potencia la intuición.
-Permite que el verdadero Yo brille feliz.
-Antiguamente se la relacionaba con los dioses benevolentes y la prosperidad.
-Nos aporta el poder regenerador del sol durante la meditación para disipar nuestras sombras.
-Es un potente neutralizador de amarres u cualquier otro tipo de enganche que podamos tener en nuestra aura o cuerpos energéticos y emocionales y que pueden proceder de relaciones con familiares o parejas muy posesivas, por lo que corta dulcemente vínculos con personas tóxicas.
-Lleva contigo esta piedra siempre si necesitas una buena dosis de asertividad.
-Nos inculca la independencia, la vitalidad y rompe la dependencia.
-Perfecta para luchar contra la procastinación.
-Es un antidepresivo magnífico.
-Alivia la tristeza estacional y aligera "la oscuridad del invierno"*
-Es perfecta para aquellas almas pesimistas o que se sienten fuera de lugar.
A nivel físico:
-Como se dice que el sol es benéfico para los huesos, esta piedra, alivia el reuma, los problemas en los cartílagos o cualquier dolencia en general.
-Regula el sistema nervioso.
-Trata los problemas de garganta y úlceras de estómago.
CÓMO USARLA
LIMPIEZA Y CARGA
Venga, a ver si adivináis la energía que más potencia los atributos de la piedra... ¡sol! Claro, no podía ser otra. Así como existe la piedra luna, esencialmente femenina, aquí tenemos a la piedra sol, muy masculina. Podemos dejarla todo el día en agua con sal y al sol sin temor a que se desluzca o pierda brillo. En este caso, cuanto más, mejor.
Y ahora que ya conocéis un poco más este antídoto contra el mal humor, animaos a realizar vuestras aportaciones, rectificaciones o plantear dudas y sugerencias. Ahora que llega el invierno, si no lo lleváis muy bien, ¡llevad siempre un trocito de sol con vosotros!
ADVERTENCIA: Las piedras solo son una ayuda para nuestros propósitos. No curan por sí solas a nivel físico o psicológico, ni podremos canalizar o limpiar energías si no hemos aprendido las técnicas adecuadas. A nivel emocional, si queremos trabajar asuntos como la autoestima, la ira o las ideas limitantes, la piedra por sí sola no hace milagros; ellas solo pueden ayudar a los que se ayudan.
Para realizar estas fichas me sirvo de La biblia de los cristales y de mis propias indagaciones en distintas páginas webs, además de la información compartida con profesionales
*Cita textual de La biblia de los cristales.
Bibliografía
HALL; Judy: La biblia de los cristales, Vol. I; Ediciones Gaia, Madrid: 2005
Otras fuentes:
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com
https://www.facebook.com/omdararrega/?ref=br_rs
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